El primer día que salí a comprar fue un 11 de marzo. Se había anunciado un caso en la ciudad y estaba alterada por el tema. Compré lo necesario y me fui a mi casa.
Nueve días más tardes se declaró el Aislamiento obligatorio. Mis compras duraron 16 días, con lo cual me siento muy conforme. Pero el 27 tuve que salir obligada. Fue la salida más estresante de mi vida. Esa vez fui ineficiente. La mitad de las cosas no estaban disponibles para ser compradas. Duró 11 días. Eso me lleva al 7 de abril. El día anterior había decidido que ese sería el día adecuado. Ya había pasado la locura de los cobros, y todavía era muy temprano para que la gente se desesperara por comprar antes de que llegara semana santa... o eso creía. Al día siguiente (el gran día) se anunció la segunda extensión del aislamiento obligatorio. Salí igual, con todas las prevenciones, y elegí otro lugar para comprar. Tuve más éxito. Menos gente, menos acercamientos, más productos.
Esperemos que esta vez me dure más de 11 días.
Nueve días más tardes se declaró el Aislamiento obligatorio. Mis compras duraron 16 días, con lo cual me siento muy conforme. Pero el 27 tuve que salir obligada. Fue la salida más estresante de mi vida. Esa vez fui ineficiente. La mitad de las cosas no estaban disponibles para ser compradas. Duró 11 días. Eso me lleva al 7 de abril. El día anterior había decidido que ese sería el día adecuado. Ya había pasado la locura de los cobros, y todavía era muy temprano para que la gente se desesperara por comprar antes de que llegara semana santa... o eso creía. Al día siguiente (el gran día) se anunció la segunda extensión del aislamiento obligatorio. Salí igual, con todas las prevenciones, y elegí otro lugar para comprar. Tuve más éxito. Menos gente, menos acercamientos, más productos.
Esperemos que esta vez me dure más de 11 días.
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| De compras un 7 de abril. |
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