miércoles, 16 de septiembre de 2020

Un gatito en la noche

Gatito en la noche
Un gatito se pasea por los techos de su casa. Mira hacia el horizonte y se maravilla. Los colores anaranjados ya no están. Fueron reemplazados por la gama de los violeta. Ese color intenso de noche.
Sopla el viento, suavemente mueve las hojas de los árboles alrededor. Un maullido a lo lejos lo invita a moverse, salir de ese estado y encarar con curiosidad, el camino del llamado.

 

lunes, 14 de septiembre de 2020

Bailemos

 Aprendí a bailar abrazando antes de bailar suelta. Aprendí a bailar con otro, sentirlo, seguirlo, acompañarlo, retarlo y modificar, adornar y jugar sin caer.

El tango, dicen, es una danza rígida. Las parejas van derechitas, como palitos avanzando en un reloj. Pero hay algo más, una pasión, una emoción que se baila. Se aprenden las reglas estrictas, la estructura, las bases y pilares. Después, se tira todo, se modifica, se amolda, se rompe, se acomoda. Y ahí surge la expresión del corazón en tres minutos de canción.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Todos los colores del arcoiris

 Desde que empezó a importar cómo me vestía porque ya no lo hacía mi mamá, opté por ropa "aburrida". Siempre elegía remeras lisas, colores apagados. Los grises eran mis preferidos. Marrón claro, verde grisáceo, celeste, turquesa, verde, verde, verde. Llegó un punto en que toda mi ropa era verde o azul. Ya había cambiado del gris a algo un poco más colorido. Pero aun así. siempre me gustó que fuera simple, sin dibujos.

DibuEche a todo color

Cada tanto aparece una prenda que sale de la regla. Un rosado fuerte, una enorme flor, un buzo con todos los colores del arcoiris. Y esas prendas me alegran cuando el entorno no ayuda. Son una fuente de vida, de primavera eterna, que vive en mi ropero.

sábado, 12 de septiembre de 2020

Agarrate fuerte

Si lo amas, déjalo ir. Como a un gato, cuando más lo agarrás, más trata de escapar. Cuanto más querés que te haga un mimo, más difícil será. Como con un globo, si me aferro, lo estrujo para que no se me deslice, terminará explotando y lo perderé todo.



El aferrarse con demasiada intensidad asusta, aleja y se cumple lo que se temía en un principio.

Dejar ir genera ansiedad, miedo, porque quizás no vuelva nunca más. Un globo de helio, al soltarlo, se va. Y sólo vuelve al desinflarse, aterrizando en otro lugar, desconocido y lejano.

viernes, 11 de septiembre de 2020

El río, el mar, las olas y el viento

 Cuando la metáfora es buena, se repite una y otra vez. La vida es el mar, o el río, un flujo, con turbulencias, con movimiento. Hay cambio, hay sorpresas, hay desafíos y hay calma. La calma es lo que busco, creo. Hasta que me hacen notar que no es la calma del río sino la calma en mi embarcación. Una tabla segura, bien clavada y que no se desarme con el primer remolino. Una tabla que me lleve por los rápidos con seguridad, que me permita ver los distintos paisajes y resolver los desafíos. Quizás con pocas dificultades, sería lo ideal. Para eso mejor un barco, pero por ahora tenemos una tabla.

Busco ayuda, para mejorarla, para convertirla en botecito. Unas paredes me vendrían bien. Unos asientos, un techo, algo de resguardo. Busco compañía, para atravesar este hermoso río y compartirlo. Vayamos en la misma barca, amarrá la tuya con la mía, y sigamos por los mismos brazos.

Navegando

 

jueves, 10 de septiembre de 2020

Mente en calma

 En estos días de locura, desconocimiento, distanciamiento y prohibiciones varias, la calma es un lujo que no todos nos podemos dar. A veces es más fácil y otras es más difícil. Vamos por un río, que desemboca en un mar, ese mar en el que estamos todos en barcos distintos. Mi capitán, no estamos hundiendo. Muy bien, todos a meditar.

Meditación


miércoles, 9 de septiembre de 2020

Festejos

 A veces es preferible olvidarlo todo y festejar que vivimos un día más. A veces hay que recordarlo todo y festejar que vivimos un año más. A veces hay que simplemente ser y festejar que somos hoy.

Gatito blanco


martes, 8 de septiembre de 2020

Tristeza

 A veces la tristeza llega, como visita inesperada, y se queda, como visita indeseada. Dicen que los sentimientos no hay que sufrirlos, ni bloquearlos ni retenerlos. Hay que dejarlos pasar. Como los pensamientos en la meditación... que pasen como nubes mientras uno los observa.

Desde un punto de vista con poco conocimiento, el desapego suena horrible, desinteresado y a veces hiriente. Dónde está el error. Cuál es el problema.

Monje


lunes, 7 de septiembre de 2020

Limpieza interior

Limpieza interior

Cada tanto hay que hacer un poco de limpieza interior. Acá tenemos mi mundo. Ya eliminé el polvillo y llené el tacho. Ahora queda lo más grueso, los dolores más intensos, más profundos.